Lucia Alvitez se dirije al pueblo peruano

MI GRATITUD TIENE LA EXTENSIÓN DE MI VIDA

CARTA ABIERTA A TODOS Y TODAS QUIENES ME ACOMPAÑARON EN  ESTA JORNADA

Queridos/as amigos/as, compañeros/as y compatriotas:

Ha concluido la primera vuelta de la jornada electoral de Perú, y me dirijo a todos y todas, a cada uno y una de ustedes, quienes de múltiples formas estuvieron trabajando o apoyando mi candidatura al Congreso por la lista de Gana Perú de Ollanta Humala.

El pueblo ha dado su veredicto y mi candidatura no ha sido favorecida en esta ocasión. Hecho que obedece, sin ninguna duda, a factores que están más allá de la voluntad, el compromiso, la entrega y el trabajo sacrificado, hermoso, titánico, ejemplar, de todos y todas ustedes.

Me lleno de emoción al recordar la esperanza y el desinterés con que muchos de ustedes, mujeres, jóvenes, madres y padres, amigos, compañeros, recorrieron calles, mercados y universidades, elaboraron materiales, dialogaron con miles de personas, acompañaron mis pasos y mis palabras en esta bella jornada, en la que la rebeldía electoral del pueblo supo vencer los grandes poderes tradicionales para imponer una opción de justicia, inclusión y felicidad para todos los peruanos.

Aceptamos las reglas del juego electoral, tal cual operan actualmente, y no nos quejamos de sus condiciones y resultados, los asumimos como un llamado a aprender y crecer aún más en el camino del servicio al pueblo, venciendo las dificultades e iniquidades objetivas con que nuestras opciones deben levantarse y triunfar, al tiempo que nos esforzamos y aprendemos para superar nuestras propias limitaciones y errores.

El camino es largo y ustedes saben que para mí no empezó con la responsabilidad de esta candidatura, sino hace más de una década, siendo apenas adolescente y que continuará más allá, hasta lograr los altos objetivos que la han motivado desde el inicio.

Por eso me permito convocarlos a sostener y acrecentar la fuerza y el ingenio con que han logrado vencer las resistencias al cambio hasta ahora, para impulsar más allá todavía la tarea histórica en esta segunda vuelta electoral presidencial, para llevar a nuestro Ollanta a la presidencia y darle la oportunidad de cumplir su responsabilidad histórica de liderazgo en este proyecto.

Que nadie se engañe, los desafíos son muchos y graves, no sólo por parte de los enemigos del cambio hacia la justicia, sino por la arraigada ideología del egoísmo, el interés personal y el arribismo que han sembrado en el seno mismo de nuestro pueblo, en nosotros. Esto no debe ser motivo de desánimo, sino de redoblar los esfuerzos. Es un llamado a exigirnos más a nosotros mismos que a los demás, justamente para ser ejemplos de lo que hace falta, de que otra forma de servir desinteresadamente al pueblo es posible, necesaria, urgente. De que otros valores son imprescindibles y nosotros, con nuestra conducta, debemos ser los que levantamos esa bandera. No olviden ni por un momento, ni en los más difíciles o dolorosos de esta larga lucha, lo que nos enseñó nuestro amauta José Martí: “cuando muchos son indignos, unos pocos bastan para cargar la dignidad de muchos”.

Ustedes decidieron mi candidatura desde las bases, yo no la habría aceptado de otra forma, y ustedes la llevaron adelante con su ingenio, alegría, capacidad y compromiso; ése es mi máximo orgullo y mi gratitud con ustedes, que es la gratitud hacia mi pueblo. Esa gratitud sólo puede tener la extensión de mi vida. Por eso, renuevo aquí mi compromiso de no defraudarlos, de que me seguirán viendo donde siempre me han visto, en las luchas populares, en las causas justas, a su lado, orgullosamente entre sus filas, disfrutando el privilegio de aprender y crecer con ustedes.

Nada vale más la pena ni representa mayor logro para ésta, su compañera, amiga y compatriota.

Reciban mi abrazo lleno de cariño, del tamaño de nuestra esperanza.

Seguimos

Lucía